Las vicisitudes de Marcos Calvente en Guaymallén.

Por Néstor Bethencourt.

Las vicisitudes de Marcos Calvente: desde que asumió la intendencia de Guaymallén, lo hizo en una silla bien caliente por su antecesor, Marcelino Iglesias, quien no se cansa de recordarle que, aunque ya no es intendente, su sombra sigue firme en el municipio.

La relación entre ambos ahora podría parecer mas cercana, pero es tan solo una necesidad partidaria. Iglesias, después de todo, fue quien ungió a Calvente como su sucesor.

Sin embargo, aunque Iglesias fue elegido senador, lo de “senador” parece quedarle grande y prefiere mantenerse ocupado como emprendedor de los encurtidos antes que en la creación de leyes.

Esto resulta, cuanto menos, contradictorio para alguien que presume de ser un legislador comprometido con el desarrollo de la provincia. ¿O acaso se puede legislar sobre el ingrediente ideal para unos buenos alcauciles?

La agenda política de Iglesias en el Senado podría tener un renglón extenso y ambiguo titulado “gestionar encurtidos,” ya que, cuando se trata de aportar a la construcción de leyes, su presencia es apenas un eco lejano.

En cambio, cuando se trata de poner su firma y presencia en Guaymallén, Iglesias sigue visitando actos como si fuera el intendente en funciones.

Así, en el reciente convenio de Guaymallén con bodegueros se convirtió en el escenario perfecto para un show político en el que Iglesias, copita de espumante en mano, se mostró como el líder que jamás se fue, dejando a Calvente sin margen para nada más que sonreír junto a él.

Lo mismo realizó en un evento en esta misma semana, donde en simultáneo se degustarían espumantes en cinco locales gastronómicos. Calvente asistió a uno de ellos mientras Iglesias en modo campaña se adueñó sin aviso alguno de otros, junto a su ex nuera y actual presidenta del HCD Verónica Cancela, haciendo el acto como propio.

El malestar de Calvente se hizo notar, “le caminan la espalda”, dicen en su círculo íntimo.

Todo esto no podría haber sido posible sin la complicidad de funcionarios actuales que responden a Iglesias.

Un municipio con más políticos que políticas públicas

El panorama se agrava cuando observamos a quienes permanecen en cargos claves en el municipio. Aunque Calvente intenta, al menos superficialmente, hacerse un nombre propio, la mayoría de los puestos jerárquicos son remanentes de la gestión de Iglesias.

Figuras como Jorge Carrizo, al mando de áreas tan sensibles como Seguridad Vial, Defensa Civil, Licencias de Conducir, Playa de Secuestros, acumula denuncias como si fueran trofeos de logros incomprendidos.

Sin embargo, como un simple ejemplo, las pruebas de irregularidades en temas como los contratos de grúas para acarreo están ahí. El contrato, lleva varios años y fue iniciado con el aval del ex secretario de gobierno Nicolás Gonzalez Perejamo, hoy alejado de la política y suspicazmente emprendedor inmobiliario en Guaymallén. También otros hechos lo involucran.

Las denuncias en la comuna están enlentecida en Asuntos Jurídicos, sin resolución, sin sanción, sin novedad. Porque, claro, al parecer la inacción respecto a hechos de corrupción es el verdadero motor de la gestión.

Los funcionarios que sepan de algún ilícito deben realizar la denuncia penal correspondiente, eso no sucede, ¿serán cómplices?

Irregularidades sobre entregas de licencias de conducir es aún un hecho más preocupante.

El área de Control de Gestión también pinta un cuadro sombrío. Encabezada por Pablo Raddi, el ambiente allí parece más bien una sátira de personajes pintorescos.

Raddi, quien debería supervisar el funcionamiento eficiente de los recursos municipales, está más ocupado en consolidar su poder que en optimizar procesos. Parte de su equipo parece seleccionado directamente de un casting de personajes impresentables: Javier Gonzalez, empleado encargado de controlar los movimientos de los vehiculos municipales,con historial en el caso Lobos (ver nota Diario Jornada aquí) y Lorena Cañete, subdirectora con un Audi y gustos de vida poco compatibles con su salario público.

Quizás están compitiendo por el premio a la gestión pública más deshonesta y, hasta el momento, no hay un rival que se les acerque.

No podemos dejar atrás actitudes semejantes en Parque automotor, donde su directivo, Rubén Suarez también hace de las suyas con el uso de movilidades sin control alguno, entre otras cuestiones.

Lo sorprendente esta semana, es la escalada de comportamientos incorrectos del director de comercio, Aaron Pelegrina.

Pelegrina maneja sus ideas como efectuar habilitaciones, clausuras y demas, salteando ordenanzas vigentes. A eso agregando autoritarismo sobre como puede realizar tareas el personal, fuera de toda regla.

Ecos Mendocinos recibió al menos 6 mensajes de la orden impartida por Pelegrina. Bueno sería que el mismo Pelegrina dé el ejemplo y tome cartas en el asunto con obras que realiza su propio padre, y con comercios que están encajonados como el del geriatrico Vivir con alegría, un deposito de abuelos maltratados.

La paradoja de Iglesias: Mucho municipio y poca legislación

El posicionamiento de Iglesias es peculiar, por no decir irónico. Desde su llegada al Senado, más que un creador de leyes, parece haberse convertido en un defensor del paladar, especializándose en productos fermentados más que en proyectos de ley.

Entre las sesiones legislativas y la venta de productos artesanales, parece que ha optado por lo segundo. Y mientras Iglesias sigue perfeccionando su venta de encurtidos, las leyes que la provincia necesita esperan en el tintero. ¿Será que está innovando en una receta secreta de alcahuciles con tinta legislativa?

Este juego político empieza a agotar la paciencia de los ciudadanos de Guaymallén. A Calvente le urgen medidas contundentes para ganar credibilidad y mostrarse como un líder firme.

En vez de gestionar con decisiones concretas, la administración parece sumida en un torbellino de fotos, eventos y brindis, mientras los problemas reales del municipio se acumulan y se agravan.

Perlita: Al culminar la semana laboral, hubo un “Sunset del espumante” con DJ, frente al Shopping, un gasto importante innecesario con muy poca convocatoria.

En nota de MDZOL, se dejan ver fotos en la que la mayoría son funcionarios, como esta que ilustra aquí debajo, de izquierda a derecha con Mónica Martínez, Lorena Cañete junto a Pablo Raddi a la derecha. Foto: Alf Ponce / MDZOL

La entrada para el ciudadano común era economica, pero no alcanzaron las expectativas.

Un municipio con serios problemas en Desarrollo Económico y un senador en venta de encurtidos

Por otro lado, el área de Desarrollo Económico, dirigida por Jeremías Gómez, destina subsidios de manera tan arbitraria como poco estratégica. Ignorando criterios de necesidad y creando una red de favores que atenta contra el progreso real del municipio. Los subsidios que debieran beneficiar a sectores vulnerables terminan en manos de quienes más bien necesitan amarrar sus intereses particulares.

Mientras tanto, los ciudadanos que realmente requieren de apoyo ven pasar oportunidades que jamás llegan.

En el ámbito de la asistencia social, Silvia Donati, al frente de desarrollo social, enfrenta señalamientos sobre la entrega sesgada de mercadería y subsidios.

Ecos Mendocinos ha seguido de cerca estos casos. Hay suficiente documentación respaldatoria a analizar de favoritismos en la entrega de bienes y ayudas que deberían llegar a todos por igual. La imparcialidad, al parecer, es un bien escaso en la administración actual.

Calvente: ¿Una oportunidad desperdiciada?

Para Calvente, la oportunidad de marcar una diferencia y alejarse de la sombra de Iglesias es cada vez más débil. En lugar de fortalecer su liderazgo y tomar decisiones firmes, su gestión parece estar atrapada en una burbuja de apariencia sin sustancia. Los ciudadanos de Guaymallén están observando, y su paciencia, al igual que las promesas de transparencia y cambio, tiene un límite.

Calvente no tiene margen para el error. Deberá ocuparse del personal oprimido por lumpenes y del vecino común. Guaymallén no es Recoleta ni Chacras, tampoco un feudo para unos pocos bandidos impunes. ¿Tendrá la capacidad?

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