Choque entre movilidades municipales. Por Néstor Bethencourt
Cambios y escándalos:
Los cambios en la gestión municipal de Guaymallén parecen estar tomando forma.
Aunque los ajustes aún están en proceso y generan expectativas, hay indicios de que se busca una administración más eficiente y transparente.
Sin embargo, para que las transformaciones sean reales y sostenibles, es clave atender los desafíos que surgen, algunos de ellos profundamente arraigados.
Uso indebido de recursos: un problema recurrente
Un ejemplo reciente de uno de los problemas que enfrenta la gestión municipal es el uso personal de vehículos oficiales.
Un móvil identificado como P-136, asignado a la Dirección de Control de Gestión, sigue siendo utilizado por los hermanos Roberto y Mónica Martínez, chofer y empleada del área, para fines recreativos desde hace mucho.
FOTO: La movilidad cuestionada con Roberto Martínez a la vista
Este uso indiscriminado obvio no es nuevo y refleja una deficiencia crónica en los controles internos.
La responsabilidad recae sobre Pablo Raddi, director del área, quien, según fuentes consultadas, permitió que su subdirectora, Lorena Cañete, entregara el vehículo a los empleados implicados.
Cuando se descubrió el último hecho, Raddi no dudó en lavarse las manos (otra que Pilatos) y señalar a Roberto, de los hermanos Martínez como únicos responsables, dejando en claro su falta de liderazgo y control.
En respuesta, intendencia exigió un informe detallado sobre el uso del vehículo durante los últimos tres meses. Están en el horno.
A partir de anoche dicha unidad esta resguardada en dependencias municipales.
Este tipo de acciones correctivas son necesarias, pero lo ideal sería que estos problemas no llegaran a ocurrir.
Implementar controles más rigurosos y promover una cultura de responsabilidad dentro del municipio son pasos imprescindibles para evitar estos abusos.
Cambios en el ejecutivo: ¿una oportunidad de renovación?
En este contexto, el pedido de renuncia a todo el equipo del ejecutivo municipal ha generado mucha expectativa.
Aunque los nombres de los nuevos funcionarios no han sido confirmados, los vecinos esperan que los cambios no se queden en simples movimientos cosméticos, sino que representen un verdadero compromiso con la eficiencia y la transparencia.
Las decisiones recientes de la gestión apuntan a una intención de poner fin a las prácticas cuestionables. Sin embargo, la ciudadanía necesita pruebas concretas de que estas medidas no son solo reacciones aisladas, sino parte de un plan más amplio para construir un municipio más confiable y austero.
Austeridad como pilar de la transformación
En un contexto económico desafiante, una política de austeridad puede ser una herramienta poderosa para restaurar la confianza ciudadana.
Evitar el uso personal de bienes públicos, optimizar recursos y reducir gastos innecesarios son medidas esenciales que envían un mensaje claro de compromiso.
La gestión de Pablo Raddi y Lorena Cañete, marcada por muchas desprolijidades ya contadas en este medio, debe servir como ejemplo de lo que no debe repetirse.
Más allá de los cambios en nombres y cargos, el municipio necesita establecer estándares claros y cumplirlos sin excepciones.
Accidente entre móviles municipales: otro golpe a la gestión
Además del uso irregular de vehículos, un accidente ocurrido ayer entre dos móviles municipales volvió a poner más en foco la gestión operativa.
Un Renault Kangoo 2022 de DOA, colisionó contra un camión municipal, dejando dos personas heridas y con uno de los vehículos probablemente en destrucción total.
Aunque las causas del choque están bajo investigación, el incidente refleja la importancia de administrar correctamente la flota municipal.
Este tipo de problemas no solo generan costos económicos adicionales, sino que también afectan la percepción pública de la gestión.
Mirando hacia adelante: la oportunidad del cambio
Guaymallén enfrenta una oportunidad crucial para corregir su rumbo. Si los cambios en el ejecutivo logran consolidar un equipo comprometido con la austeridad, el uso eficiente de los recursos y la transparencia, el municipio podría dar un paso importante hacia una gestión moderna y confiable.
En este proceso, el liderazgo debe ser claro. Se necesitan funcionarios que asuman la responsabilidad de sus áreas y promuevan prácticas administrativas ejemplares.
Casos como el de Pablo Raddi y Lorena Cañete si bien no son los únicos, deben ser tratados con firmeza, no solo para resolver los problemas actuales, sino para evitar que se repitan en el futuro.
Desde Ecos Mendocinos, seguiremos atentos a cada avance y continuaremos informando con rigor y objetividad. Los vecinos merecen un municipio que esté a la altura de sus expectativas y necesidades, y estaremos aquí para asegurarnos de que se respeten esos compromisos.
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