Por Redacción
Desenfreno en Guaymallén
La actualidad política de Guaymallén sigue sorprendiendo. Cuando parece que ya nada puede asombrar, la gestión de Marcos Calvente siempre encuentra la manera de superar las expectativas. Para peor.
La reciente repercusión que generó la nota sobre la escasa visibilidad del flamante director de Desarrollo Comercial e Industrial, Lorenzo Nieva, provocó movimientos inmediatos.
El mismo día en que se publicó la información, Nieva decidió dejarse ver por distintas oficinas municipales. No lo hizo solo: lo acompañaron sus subdirectores.
Para muchos empleados, fue solo “teatro para la gilada”.
La extraña jornada del 9 de abril
Pero lo más llamativo ocurrió al día siguiente, el 9 de abril.
Las señales no tardaron en aparecer, y fueron contundentes.
Mientras Lorenzo Nieva no se presentó a trabajar al menos en su lugar de trabajo, su subdirector sí lo hizo.
Sin embargo, este último se retiró del edificio a las 09.45 horas, dejando un claro mensaje de desinterés o de que sus tareas estarían lejos de cumplir una jornada completa.
Ese mismo día, en las oficinas de calle Bandera de Los Andes, (donde antes funcionaba Desarrollo Económico), se produjo una aparición que encendió todas las alarmas: Juan Kohn volvió a caminar esos pasillos.
Kohn es un viejo conocido de la política mendocina. En tiempos de Luis Lobos, intendente destituido por corrupción, Juan Kohn ocupaba un rol central en la gestión. De hecho, se fue días antes de que Lobos dejara el poder, envuelto en múltiples denuncias por irregularidades.
Los empleados municipales que conocen a Kohn aseguran que su especialidad es “dibujar números”. No es un dato menor en un área tan sensible como Desarrollo Comercial.
Juan Kohn y Lorenzo Nieva: ¿Una sociedad peligrosa?
Lo que sucedió después dejó aún más dudas. Kohn no llegó solo. Estuvo acompañado, recorriendo el lugar y comentando abiertamente que, junto a Lorenzo Nieva, planean acercar unas veinte empresas a Guaymallén.
¿El objetivo? Según las propias palabras de Kohn, respaldar la gestión de Marcos Calvente, actual intendente de Guaymallén. Para muchos, una señal de que se avecinan tiempos oscuros.
Después de su recorrido, Kohn se dirigió, según fuentes municipales, a una reunión en Palmares Open Mall.
Allí se habría encontrado con funcionarios de la provincia, cercanos a Lorenzo Nieva. La trama empieza a mostrar conexiones que no parecen casuales.
Movimientos sospechosos y cajas misteriosas
Pero la historia no termina ahí. Algunos testigos aseguran que, coincidentemente, se vieron movimientos extraños en el edificio de Bandera de Los Andes.
Se habrían retirado cajas, que presentaban inscripciones posiblemente sugestivas, lo que despertó todo tipo de sospechas entre los empleados. ¿Documentación? ¿Archivos? ¿Material sensible? Nadie lo sabe, pero el contexto no ayuda a disipar las dudas.
El regreso de personajes cuestionados como Kohn, la falta de presencia de Lorenzo Nieva y el desinterés evidente de sus subdirectores, componen un cuadro preocupante.
El uso de recursos municipales, los vínculos con el pasado más oscuro de Guaymallén y las maniobras poco claras vuelven a poner a la gestión de Calvente en el centro de la polémica.
La pregunta que queda flotando en el ambiente es inevitable: ¿Quién conduce realmente el área de Desarrollo Comercial de Guaymallén? ¿Es Lorenzo Nieva? ¿Es Juan Kohn? ¿O hay algo aún más grande detrás?
Mientras tanto, en las oficinas municipales, el clima es de tensión, desconfianza y alerta permanente.
Un baño de transparencia definitiva no vendría mal.
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Ahí cada uno hace lo que se le canta el trasero