Pablo Raddi y su tardía epifanía como “controlador”: ¿Cambio real o puro teatro?

El despertar del director: una comedia de control tardío. Por Néstor Bethencourt.

Pablo Raddi, el director de control de gestión de Guaymallén, ha tenido un momento de iluminación. Después de nueve años en los que, francamente, el control brilló por su ausencia, parece que finalmente decidió hacer su trabajo.

¿El motivo? Nadie lo sabe con certeza, pero lo que es seguro es que el tiempo que le queda en el puesto estaría contado, y parece estar haciendo méritos para seguir en escena.

El caso que destapó su súbita hiperactividad es uno que tiene a todos hablando: el uso indebido de una camioneta municipal, una Ford Ranger 2023 P-136, nada menos, por parte de los hermanos Martínez, empleados de su misma dirección.

Según las fuentes, la movilidad fue utilizada el 25 de diciembre por Roberto Martínez, su hermana Mónica, y la novia de Roberto, Claudia Mansilla, para una escapada navideña. Jojojojooooo.

Raddi, cual detective privado, descubrió todo esto gracias al GPS del vehículo y, acto seguido, elevó un pedido de sumario contra Roberto.

La nota enviada por Raddi, de la que solo habla de una parte del periplo es la A-NE-24326-2024. Más hipócrita y corrupto es difícil de encontrar.

Operativo “Adiós Roberto” ¿Real control o un truco de humo?

Pero no nos engañemos. Esto no es el “nuevo orden” en Guaymallén ni mucho menos.

Si Raddi realmente quisiera destapar la olla, solo tendría que revisar el historial completo del uso de esa Ranger. Por ejemplo, ¿qué hacía esa camioneta siendo utilizada 24/7 por los Martínez?

Y peor aún, ¿por qué Mónica Martínez, conocida por su “influencia especial” gracias a sus vínculos con el exintendente Marcelino Iglesias, solicita también otras unidades municipales para sus caprichos personales y visitas familiares fuera del horario laboral?

El tema huele más a teatro que a justicia. Apuntar a un solo caso puntual de abuso parece una estrategia para que la sanción sea simbólica. Mientras tanto, el historial de años de irregularidades queda en la nebulosa. Si se revisaran todos los movimientos, el escándalo sería monumental.

Mónica Martínez: la hija “putativa” que nadie controla

Mónica Martínez, además de ser hermana del “sumariado” Roberto, se ha ganado una reputación como una de las mayores obsecuentes de Marcelino Iglesias en la gestión municipal. Su nombre aparece una y otra vez vinculado a beneficios personales a costa de los recursos públicos.

Según denuncias internas, ha solicitado vehículos municipales para fines personales en múltiples ocasiones, bajo la mirada cómplice de su entorno, incluido Raddi.

Y aquí entra el sarcasmo inevitable: resulta que ahora Pablo Raddi decide ponerse las pilas gastadas justo cuando su cabeza podría estar en juego. ¿Casualidad? Difícil de creer.

Su renuncia, dicen los rumores, ya está sobre el escritorio del intendente Calvente, quien en los próximos días deberá decidir si lo deja seguir o si elige un cambio real en el gabinete.

La segunda bomba: alimentos vencidos en Desarrollo Social

Como si el asunto de los vehículos no fuera suficiente, Raddi también hizo otro “descubrimiento” que nos deja boquiabiertos: alimentos vencidos almacenados para los programas de ayuda social. Según el expediente elevado, A-NE-23204-2024, se hallaron bolsas de harina vencidas y leche en polvo cuya fecha de expiración no era visible desde el exterior de las cajas.

Lo curioso es que la auditoría llevada a cabo por Lorena Cañete, abarca el último semestre de: Revisión de los módulos alimentarios entregados y control de los vencimientos de los productos incluidos en los módulos.

Solo notaron algunas pocas anormalidades.

Del cómo se entregan, por quienes y a quienes, minga. Cañete es experta en licitaciones y “no” control, por algo es la subdirectora de control de gestión, quién le sigue en el cargo a Pablo Raddi. Nada puede salir mal…

El problema no es nuevo. Durante años, auditores del propio sector de Raddi le han señalado irregularidades en el manejo de mercadería en Desarrollo Social.

Pero, ¿qué hacía Raddi mientras esto pasaba? Exacto: nada.

Ahora, en un acto de súbita responsabilidad, decide tomar cartas en el asunto.

Otra vez, surge la pregunta: ¿es esto un genuino intento de limpiar su inútil gestión o simplemente una estrategia desesperada para salvar su puesto?

La puesta en escena: ¿Raddi busca un milagro político?

Todo parece apuntar a que Raddi está apostando por un último intento de supervivencia política. Sabe que su tiempo como director de control de gestión está llegando a su fin, especialmente cuando el intendente Calvente ya está evaluando los cambios en el gabinete.

Denunciar un par de casos puntuales, después de años de omisión, no es suficiente para borrar su historial de inacción.

Sin embargo, en el marco de una gestión que necesita mostrar signos de cambio, incluso los gestos simbólicos como estos no pueden ser útiles.

¿Qué sigue para Guaymallén?

Si algo queda claro, es que la gestión municipal necesita un cambio profundo y estructural.

La corrupción, el favoritismo y la ineficiencia no se solucionan con medidas cosméticas ni con denuncias aisladas.

Guaymallén necesita verdaderos líderes que prioricen la transparencia y el bien común sobre los intereses personales y políticos.

Pablo Raddi, mientras tanto, parece estar jugando su última carta. Si el intendente Calvente quiere marcar un antes y un después en su gestión, el reemplazo de funcionarios como Raddi debe ser una prioridad.

La confianza de los vecinos está en juego, y ya no hay margen para las excusas.

Mucho ruido, pocas nueces

La historia de Raddi y los hermanos Martínez es un reflejo perfecto de lo que ha sido la gestión en Guaymallén: pequeñas acciones que buscan dar la apariencia de control mientras los problemas de fondo permanecen intactos.

Si realmente se quiere un cambio, no basta con señalar un par de casos aislados. Es hora de actuar con firmeza y atacar las raíces del problema.

¿Será este el inicio de un cambio real o solo otro capítulo en la larga novela de corrupción y desidia? Los vecinos de Guaymallén están cansados de esperar respuestas.


Es muy importante para nosotros su colaboración, entrando al siguiente enlace podrá hacer un donativo que nos ayudará a seguir adelante. En:  https://cafecito.app/nestorecosmendocinos , allí podrá elegir la cantidad de donativo, y abonar.

También pueden suscribirse en redes.

Desde ya, muchas gracias!

Pueden contactarse al WhatsApp: 261 2327760, o al mail: denuncias@ecosmendocinos.com.ar 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *