Lo mejor: Denuncias que avanzan inexorablemente. por Néstor Bethencourt.
Guaymallén: Progresos esperanzadores frente a abusos que persisten
En Guaymallén, la gestión municipal navega entre actos de abusos de poder, sospechas concretas de corrupción y decisiones que, milagrosamente, ofrecen un destello de esperanza.
Lo bueno, lo malo y lo francamente absurdo se entrelazan en esta tragicomedia que es la administración pública local.
Asuntos Jurídicos: Una llama de esperanza
La dirección de asuntos jurídicos hizo algo sorprendente y más que necesario: actuó con celeridad en un caso muy sensible.
Ante una denuncia por maltrato y abuso de poder, el caso fue elevado a la Subsecretaría de Trabajo de la Provincia.
Esto podría ser considerado un milagro administrativo, dado que las denuncias y/o sumarios solían quedar “dormidos” bajo toneladas de polvo y burocracia. ¿Será este el inicio de un cambio real?
Desde Ecos Mendocinos, no estamos borrachos, pero celebramos esta bocanada de aire fresco.
Un llamado a confiar por tantos casos similares que aún gritan en silencio. Cuestión de animarse como lo hizo la/el empleado que marca un precedente importantísimo.
Si este proceder se convierte en norma, Guaymallén podría empezar a despojarse de su herencia de negligencia institucional.
En estos días se esperan grandes novedades a nuevos procedimientos similares que involucran a directivos en forma directa. Las versiones son contundentes.
Por supuesto, queda por verse si esta nueva actitud se aplica en todos los frentes o si es solo un golpe de efecto aislado.
Un final justo y feliz en San José: Justicia para un comerciante
El caso de un comerciante de San José, víctima de empleados desleales que exigían coimas, finalmente tuvo un cierre positivo. Ecos Mendocinos lo reflejó oportunamente en esta nota.
Ambos empleados fueron cesados de sus contratos, y el comerciante afectado recibió recientemente su habilitación sin trabas ni represalias.
Este desenlace demuestra que cuando la administración actúa con firmeza, los ciudadanos pueden recuperar la confianza.
Sin embargo, sigue siendo preocupante que estas prácticas ocurran. ¿Será este un caso aislado o un indicio de un cambio real en la gestión municipal?
Reparaciones en Alto Dorrego: Un paso adelante
El caso del vecino acosado en Alto Dorrego, que enfrentó inspecciones y posibles multas injustificadas, también ha dado un giro.
La comuna inició la demolición parcial de la acequia defectuosa, cuya falla estructural causaba graves problemas de estancamiento de agua.
El agua, proveniente de calle Remedios de Escalada, ingresa y se estanca en la cuadra de calle Espora, debido a una falla estructural. Al menos 30 metros lineales están siendo reparados.
Vecinos reconocen la efectiva voluntad y cordialidad de los trabajadores que, con premura solucionarán la real problemática.
¿Qué hizo Oscar Salas? Aunque las reparaciones son un paso adelante, este empleado municipal jubilado, contratado en la delegación Dorrego por motivos políticos, denunció al vecino en varias ocasiones. No fué el único.
Sin embargo, inspectores confirmaron que el contribuyente no tenía ninguna irregularidad. Salas, con su falta de tacto, utilizó un canal de denuncias vecinal y dejó sus datos personales en un gesto de torpeza monumental.
Es imperativo que este tipo de hostigamiento termine. La comuna debe garantizar que los contribuyentes puedan vivir en paz.
Decisiones arbitrarias: El caso de Cintia Brucki
Desde la dirección de planificación, liderada por Cintia Brucki, surgió un episodio lamentable. El viernes pasado, Brucki decidió finalizar el contrato de una arquitecta reconocida por su profesionalismo y compromiso.
¿El motivo? La profesional solicitó un traslado a otra dirección donde creía que podía desarrollar mejor su labor. Fuentes confiables aseguran que la arquitecta cesanteada era una excelente trabajadora.
Brucki, “heredada” de la gestión de Marcelino Iglesias, logró ser especialista en parar obras completas por su improvisación en el Plan de Ordenamiento territorial municipal que realizara.
Esta decisión arbitraria no solo es un golpe a la meritocracia, sino un reflejo de cómo las luchas internas y la mediocridad siguen imponiéndose sobre la competencia en Guaymallén.
Nepotismo y desidia: El caso de Florencia Minzer
El caso de Florencia Minzer es un ejemplo claro de cómo el nepotismo y la falta de control administrativo afectan la gestión municipal. Ecos Mendocinos lo reflejó acá.
Minzer ingresó a la comuna hace pocos meses como compañera de estudios del director de comercio, Aaron Pelegrina y fue ascendida rápidamente a un cargo jerárquico. Sin embargo, tras sufrir una fractura un sábado, dejó de asistir al trabajo, pero continuó enviando órdenes como si fuera subdirectora, un cargo inexistente en su área, apenas siendo jefa.
Lo alarmante es que Minzer sigue contratada hasta fin de año, sin licencia médica (dicen) y con un historial que incluye presunta usurpación de cargo. Esto trabajando apenas unas pocas semanas.
Como ejemplo concreto ya lleva mas tiempo de licencia que laborando en la comuna.
Amén de ello, en la misma dirección, Noemí Quinteros sigue obsesivamente las órdenes de Pelegrina y el jefe de inspectores apellidado Farid, aunque se hace pasar por jefe general, avalado por Pelegrina y pasando por alto al mismísimo subdirector.
Quinteros contra toda norma, toma asistencia en un cuaderno en el que cubre las ausencias de Pelegrina, Farid, y todos los preferidos de estos, muchos de ellos ingresados en el último año.
Como dato llamativo Quinteros, en expediente 21137-2024 sobre liquidación de servicios extraordinarios de empleados del sector, indica que uno de los involucrados en el caso del pedido de coimas comentado anteriormente y cesanteado, cobró por octubre 15 horas. La cesantía ocurrió el fecha 25 de septiembre.
Este caso resalta la falta de control y seriedad en la gestión de recursos humanos del sector.
Reflexión Final: Entre avances y retrocesos
Guaymallén se encuentra en un punto crítico. Por un lado, avances —como la intervención oportuna de asuntos jurídicos o la justicia en el caso de San José— dan motivos para la esperanza.
Por otro, los abusos de poder, el nepotismo y la falta de ética en decisiones clave revelan un sistema que aún necesita una cirugía profunda.
Es hora de que las autoridades municipales reflexionen sobre su rol y comiencen a priorizar a los ciudadanos por encima de sus intereses personales y disputas internas.
La pregunta sigue en pie: ¿podemos creer en un cambio real? Algo comienza a suceder parece.
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