Fotos satelitales, documentos oficiales y licitaciones vigentes exponen una contradicción ambiental en plena curva de los accesos Este y Sur en Guaymallén.
Confirman tala de árboles. Esta nota es una continuidad de la investigación publicada en Ecos Mendocinos, que reveló la construcción irregular de un estacionamiento sobre un espacio verde público, visible en: https://ecosmendocinos.com.ar/estacionamiento-para-restaurante-en-pleno-espacio-verde/
Estacionamiento sobre el parque: de espacio verde a playón exclusivo
En pleno cruce de los accesos Este y Sur, sobre calle 25 de Mayo, la Municipalidad de Guaymallén permitió una obra que eliminó al menos nueve árboles recientemente plantados para construir un estacionamiento para 6 vehículos.
El único beneficiado: el Restaurante Don Mario, uno de los más concurridos y exclusivos de Mendoza.
Las imágenes de Google Maps, fechadas en junio de 2024, muestran con claridad las 9 unidades arbóreas que ocupaban el terreno antes de la intervención. En ese mismo lugar, hoy funciona un estacionamiento con superficie de hormigón y señalización informal, destinado exclusivamente a clientes del restaurante.
La nota anterior ya había documentado la ausencia total de cartel de obra, expediente de ocupación o autorización legal. La presente investigación aporta el dato clave: esos árboles estaban vivos y recién plantados, y su remoción implicó una pérdida económica importante y sin razón.
La hipocresía presupuestaria: mientras talan, licitan miles de árboles
La contradicción no puede ser más evidente: mientras Guaymallén permite la destrucción de espacio verde para uso privado, licita por otro lado la compra de más de 10.000 árboles para recuperar espacios públicos.
Según el expediente A-EE-4945-2025, la Municipalidad planea adquirir 10.680 árboles a un costo de $236.833.000, lo que arroja un promedio de $22.175 por unidad. A ese precio, los 9 árboles eliminados en beneficio de Don Mario representan casi $200.000 en arbolado público malgastado.
El doble discurso salta a la vista: se invierte para forestar mientras se pavimenta sin pudor.
Una obra sin expediente, sin cartel y sin respuesta oficial
Ni la investigación inicial ni esta ampliación han logrado encontrar registro alguno que habilite legalmente la construcción del estacionamiento.
No hay cartel de obra, número de expediente, ni resolución pública. No hay estudio de impacto ambiental ni proyecto urbano aprobado. Y, por supuesto, tampoco hay compensación arbórea exigida al restaurante.
Todo indica que la intervención se hizo a las apuradas, sin trámite formal y con intervención directa de maquinaria y recursos del municipio, como señalaron testigos citados en la primera nota.
¿Por qué a Don Mario sí y a los demás no?
En Guaymallén, cientos de comerciantes son intimados a cumplir exigencias formales: desde presentar planos, hasta asegurar espacio propio para estacionamiento o retirar carteles de fachada. En contraste, al restaurante Don Mario se le permite convertir un sector parquizado en playa de estacionamiento exclusiva, sin mediar trámite alguno.
Lo que queda al descubierto no es solo una infracción: es un patrón de privilegio. Uno que se aleja de cualquier lógica de equidad urbana.
Coherencia ambiental: la gran ausente
La gestión municipal se ha promocionado como defensora del arbolado, impulsora de campañas de forestación, compostaje y espacios sustentables. Sin embargo, frente a los hechos, el mensaje se desdibuja por completo.
¿Qué coherencia ambiental puede sostener una gestión que tala árboles recién adquiridos para mejorar la rentabilidad de un privado? ¿Qué sentido tiene planificar licitaciones millonarias de especies nativas si se permiten este tipo de retrocesos urbanos?
El silencio oficial no es solo falta de respuesta: es parte del problema.
Un costo ambiental, urbano y simbólico
Los árboles eliminados no eran meras decoraciones. Aportaban sombra, reducían el calor, filtraban contaminantes y daban vida a un cruce vial hostil. Su pérdida empobrece el entorno, deteriora la calidad del aire y perpetúa la lógica de que el negocio manda sobre el bien común.
El mensaje institucional es tan claro como preocupante: si tenés llegada, podés ocupar el parque; si no, te multamos por no tener cochera.
Un patrón de cemento y conveniencia
El caso Don Mario revela mucho más que una intervención urbana dudosa. Expone una forma de gobernar donde lo público cede ante intereses privados, sin control, sin planificación y sin respeto ambiental.
Guaymallén necesita árboles, pero también necesita coherencia. Porque forestar no es solo plantar, es sostener. Y sostener implica no arrancar lo que ayer se sembró.
En esta historia, el cemento ganó. Otra vez.
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Gracias por hacerse eco de nuestro reclamo, fuimos a la Municipalidad un grupo de vecinos y nos dijeron que tenemos que ir a D.O.A ellos han dado la orden de trabajo. Sabes que es lo peor de todo esto? Que ningún politico de otro partido ha salido a hablar de esto al respecto, quiere decir que están todos ensobrados. Una vergüenza
De nada. Pueden presentar un petitorio en mesa de entradas del municipio, es una locura que los hayan enviado a DOA. No dude en contactarse al whatsapp nuestro 2612327760 por cualquier cosa. Gracias!