La gestión superadora desata el caos hoy miércoles, mañana jueves hasta el viernes: El despropósito de la hora pico.
Caos Nudo Vial Guaymallén Hora Pico
La administración del intendente Marcos Calvente insiste en vender un relato de gestión “superadora” y “moderna”. Sin embargo, la realidad de esta semana en el Nudo Vial (Acceso Este y Costanera) demuestra lo contrario.
Mientras miles de mendocinos quedan atrapados en el peor horario de la mañana (6:30 a 8:00 AM), Guaymallén exhibe una soberbia inaceptable. ¿La razón del colapso? Descargar unas champas de césped. El municipio demuestra una peligrosa desconexión con la vida cotidiana y la lógica mínima.
La Hora del Genio: El Peor Momento Para la Tarea más Trivial
Según anunció con orgullo la propia Municipalidad de Guaymallén, se mantiene una restricción de tránsito masiva. Esta medida se aplica durante tres días consecutivos, afectando a la columna vertebral de la provincia este mismo miércoles, jueves y viernes. El comunicado oficial detalla con precisión pasmosa el horario elegido: de 6:30 de la mañana a 8:00 de la mañana.
Quien haya vivido alguna vez en el Gran Mendoza sabe perfectamente lo que esa franja horaria significa. Es la hora pico absoluta. Es el momento donde la paciencia se agota y los minutos valen oro. Y Guaymallén, en un acto de suprema irresponsabilidad, decidió que ese era el instante ideal para una tarea menor.
El operativo no era la reparación de un puente ni la instalación de un semáforo. La operación se centró en la descarga de unas simples champas de pasto (césped, para el que no usa el lenguaje oficial).
“La Subdirección de Espacios Verdes de la Municipalidad de Guaymallén viene trabajando en la recuperación del sector verde,” declararon. Es decir, miles de ciudadanos se ven obligados a detener su vida para que un camión pueda bajar panes de césped. La noble tarea paisajística no merecía paralizar la provincia.
La gestión de Calvente actúa como si el flujo de tránsito fuera un estorbo. Como si los miles de vehículos atrapados fueran meros figurantes en su escenografía de “recuperación del predio”.
Soberbia Vial: La Mala Fe que Arruina tres Mañanas
La falta de planificación en este operativo no puede ser catalogada como un simple error. Es una demostración de mala fe administrativa. Es un síntoma de una soberbia que asume que el tiempo del contribuyente no tiene ningún valor económico.
Preguntémonos con ironía: ¿Acaso los camiones de pasto solo circulan entre las 6:30 y las 8:00 AM? ¿Era imposible efectuar esta tarea a la medianoche, minimizando el impacto? ¿Podrían haberlo hecho a las 10:00 de la mañana, cuando el tráfico principal ya se ha disipado?
La respuesta es que sí, era totalmente posible. Pero elegir el peor horario es una declaración de principios. Demuestra una desconexión profunda entre el despacho del intendente y la realidad de sus gobernados. La gestión superadora se cree por encima de la lógica.
El costo oculto de esta decisión es abrumador. No hablamos solo de cinco minutos de retraso. Hablamos de:
- Pérdida de Productividad: Horas de trabajo perdidas para miles de personas que llegaron tarde a sus compromisos.
- Gasto de Combustible: El dinero quemado en la combustión ociosa de vehículos atascados, contaminando el aire mendocino.
- Estrés e Indignación: El daño psicológico de la frustración al verse inmovilizado por una razón tan trivial.
La prioridad de esta gestión es el césped, no la eficiencia económica ni la calidad de vida del ciudadano.
EL Discurso del Cinismo: Pedir Precaución Tras Causar el Desastre
El comunicado municipal contiene otra joya de la hipocresía burocrática. Piden a los conductores que “extremen las medidas de precaución” al transitar por la zona.
Esta es la típica maniobra de trasladar la culpa. La administración causa deliberadamente el caos. Luego, se lava las manos pidiendo responsabilidad a los automovilistas. Es un insulto a la inteligencia. Crean el riesgo al estacionar un camión en el punto de mayor flujo. Después, exigen al conductor que sea un malabarista de la seguridad vial.
La gestión de Marcos Calvente debe comprender que la verdadera “calidad urbana” no se mide por la belleza de sus parquizados. La calidad urbana se mide por el respeto al tiempo y a la dignidad del ciudadano.
El nudo vial es un acceso de alto riesgo. Provocar un cuello de botella de 90 minutos por descargar césped es una irresponsabilidad. La misma municipalidad que impone multas por incumplimiento es la que incumple con la más básica lógica de la planificación.
La Búsqueda de un Legado Frondoso, pero Vacío de Contenido
Esta situación refleja un vicio recurrente en la política: la búsqueda del impacto visual por encima del impacto funcional. Un cantero bien puesto se ve muy bonito en la foto de Instagram. Se convierte en un “logro de gestión” para compartir en redes sociales. Pero el caos invisible que generó esa foto no aparecerá en el informe de prensa.
La gestión Calvente parece priorizar el cosmético municipal sobre la logística compleja. Confunde la estética con la eficiencia. El ciudadano no necesita pasto nuevo si eso significa perder una hora de su vida útil todos los días de la semana.
En definitiva, la superación que pregona Guaymallén es un espejo roto. Nos muestra una administración que opera de espaldas a las necesidades reales. El costo de ese pasto es desmesuradamente alto. El ahorro de tiempo que podría haberse conseguido haciendo el trabajo de madrugada es incalculable.
La gestión de Marcos Calvente no solo generó un embotellamiento. Creó un monumento al despropósito. Lo hizo en el peor horario posible. Y lo hizo, irónicamente, para plantar césped. El césped, al menos, crecerá. La paciencia de los mendocinos, con este tipo de decisiones, está secándose a la luz del sol de las 7 de la mañana.
El Juicio de la Calle
El juicio de la calle es más severo que cualquier comunicado oficial. Los conductores que sufren el martirio vial hoy (miércoles), jueves y viernes no olvidarán esta absurda lección. Recordarán que, para la gestión de Guaymallén, su tiempo vale menos que un puñado de champas de pasto.
Es hora de que la gestión “superadora” se baje del pedestal. Es tiempo de que empiece a gobernar pensando en la gente, no en la fotografía. El caos vial generado por la descarga de césped es el símbolo perfecto de la desconexión en esta administración.
La próxima vez que Guaymallén anuncie una restricción de tránsito, esperamos que sea por una obra que verdaderamente justifique el sacrificio. Que sea a una hora donde el ciudadano no sea la víctima colateral de la soberbia administrativa.
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Bueno pero si hacen varios meses que vienen pidiendo que invesrigues al director del Doa y nadie hace nada, cuñada como ñoqui, vehículos oficiales sin ploteo para uso personal. (Toyota Etios blanco, Clio gris), date una vuelta en la mañana por la casa del señor y vas a ver los autos parados en la puerta.La cuñada se queda cuidando de los hijos de él mientras todos laburan, es decir el vecino paga la niñera del señor