Modo campaña: La Directora Silvia Donati, quien no oculta mientras proyecta su carrera para ser concejal en las próximas elecciones elevó considerablemente la cantidad de articulos comprados para asistencia social. Por Néstor Bethencourt

Compras millonarias
Licitaciones millonarias en Guaymallén generan fuerte controversia en el municipio. La Dirección de Desarrollo Social, a cargo de Silvia Donati, impulsa gastos por más de 324 millones de pesos para la compra de colchones y zapatillas.
Compras con olor a campaña
Aunque la justificación oficial es asistir a sectores vulnerables, el contexto político sugiere un trasfondo electoral que preocupa. Desde Ecos Mendocinos ya habíamos anticipado que Donati se encuentra en campaña para ser concejal.
En este escenario, la adquisición masiva de bienes de alto impacto territorial como colchones y zapatillas despierta serias sospechas. Muchos vecinos y referentes políticos creen que los productos podrían terminar repartiéndose con fines proselitistas por la propia Donati, una práctica tristemente habitual en épocas electorales.
Los expedientes bajo la lupa son el EXP-5898-2025, que prevé la compra de 2.500 colchones, y el EXP-7463-2025, orientado a 5.000 pares de zapatillas. Ambos se tramitan como licitaciones públicas con apertura de sobres en julio y agosto.
Más de 324 millones en dos licitaciones
El presupuesto total destinado a estas compras asciende a $324.750.000. Son $197.250.000 para colchones y $127.500.000 para zapatillas. Las entregas se harán en Tirasso 3813, depósito municipal del sector.
Desarrollo Social goza de recursos generosos. Ese contraste alimenta las dudas sobre las verdaderas prioridades de gestión. También crece el temor de que esta inversión se transforme en una herramienta clientelar disfrazada de ayuda.
El precio estimado por colchón es de $78.900, una cifra que llama la atención si se la compara con valores de mercado. Las especificaciones exigen que sean de goma espuma, una sola pieza, densidad mínima de 17 kg/m3 y forrados en tela no tejida.
Las zapatillas, por su parte, se presupuestan a $25.500 por par. El modelo solicitado es acordonado, con suela de PVC, doble costura y caja individual.
Poca información y muchas sospechas
Desde la sociedad se exige mayor transparencia institucional. No hay datos públicos sobre los criterios de entrega. Eso habilita la discrecionalidad, el uso selectivo de los bienes y el favorecimiento a sectores cercanos.
Donati no ha respondido públicamente a estas acusaciones. Su silencio no aclara: oscurece más. La naturalización del uso electoral de los fondos públicos debilita la credibilidad del municipio.
El proceso exige muestras obligatorias, pero no existe garantía de control ciudadano sobre el destino final de los productos. Lo que debería ser asistencia social, corre el riesgo de convertirse en una campaña personal encubierta, financiada por todos los vecinos.
En Guaymallén, la línea entre política social y campaña personal es cada vez más difusa. Los vecinos esperan ética y transparencia, no colchones con logo partidario.
¿Asistencia o clientelismo electoral?
Donati camina hacia su candidatura con colchones bajo el brazo. Con cada licitación millonaria, la sospecha se transforma en certeza política. Los recursos del Estado no pueden financiar la ambición electoral de una funcionaria.
La ciudadanía merece respuestas, no marketing con presupuesto social. El municipio debe garantizar que cada peso invertido en desarrollo social llegue a quien realmente lo necesita, sin intenciones políticas de por medio.
¿Dónde termina la política social y empieza la campaña?
Las compras millonarias se producen en paralelo a otras controversias recientes en el área de Desarrollo Social. Entregas poco claras, falta de control y discrecionalidad marcan la gestión de Donati.
La Dirección ya había sido cuestionada por otras adquisiciones de insumos. Vecinos de distintas zonas de Guaymallén aseguran que las entregas no siempre se realizan o no llegan a quienes más lo necesitan. Con estos antecedentes, el nuevo gasto despierta alarma. (Ver “El “hipermercado municipal” sigue abierto y el saqueo no se detiene.”)
Mientras la intendencia guarda silencio, los expedientes avanzan. La apertura de sobres está prevista para el 21 de julio en el caso de las zapatillas y para el 1 de agosto en el de los colchones. Si no hay controles externos ni auditoría ciudadana, los riesgos de desvío electoral se multiplican.
Campaña disfrazada de ayuda
Desde Ecos Mendocinos ya advertimos que Silvia Donati está lanzada a su candidatura como concejal.

Por eso, no sorprende la magnitud de las compras. Lo que sí preocupa es que los bienes puedan usarse como herramienta de marketing político.
Sería grave que colchones y zapatillas se transformen en promesas de campaña. Sería aún peor que la urgencia social sea utilizada para ganar votos. El límite entre gestión y oportunismo ya fue cruzado demasiadas veces.
La transparencia no es optativa. Es urgente. En Guaymallén, cada gasto debe ser explicado. Cada compra, controlada. Cada entrega, documentada.
Porque detrás de cada colchón hay un vecino que lo necesita. Y detrás de cada zapatilla, un niño al que no hay que usar como botín electoral.
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