Finalmente fui sobreseído en la causa penal realizada por personal policial

Por Néstor Bethencourt, desde Ecos Mendocinos

El día 07 de junio, día del periodista, recibí la copia certificada que indica que la causa se archiva con probado sobreseimiento sobre mi persona (está justificado por qué ambas cosas). 

Hechos

EL 02 de agosto pasado fui detenido y privado ilegalmente de libertad por personal de la Policía de Mendoza. Podrán ver el video al pie de la nota

Asistiendo, junto a vecinos, a un ciudadano que había sufrido un intento de robo y resultara lesionado en su rostro al ser tirado de bruces. Llamé al comisario de la Comisaría 36 de Las Heras, para solicitar la asistencia de un móvil. 

En pocos minutos, llega la unidad solicitada. Allí, ya con la situación en manos de la policia, cruzo la calle para tomar unas imágenes para ilustrar una nota al respecto. Era un intento de robo más de los que suelen suceder. 

El oficial a cargo me destrató ante la toma de imágenes y obligándome no hacerlo, incluso indicándole que soy periodista. Pasando la novedad por radio como que “no estaba dejándole realizar su trabajo”. Cosa que no era tal. 

Visiblemente nervioso este oficial increpa de mal modo a los vecinos que sugerían la presencia de una ambulancia para asistir a la víctima. 

El policía, escuda en su maltrato diciendo que lo estaban filmando, (era cierto, pero no a él, sino a la situación en gral), inmediatamente anuncia por frecuencia policial mi detención, realizándola por la fuerza privándome de mi libertad dentro del móvil en el que había llegado, con insultos incluidos, para posteriormente llevarme a la comisaría en calidad de detenido sin responder jamás causa ni el porqué. 

Llegada a la comisaría, ya detenido

Al menos veinte policías me recibieron en comisaría, como si fuera un ser peligroso. 

Así, y hasta la puerta del calabozo, (donde me amenazó un presunto detenido), me obligaron a desprenderme de todas mis pertenencias ycinturón. Mientras tanto varios oficiales filmaban la situación. 

Luego la llegada del abogado Dr. Joaquín Faliti, enterado de mi situación por redes decidió tomar cartas en el asunto y presentarse, (en ese entonces estaba solo del lado de adentro, y mi hijo con un vecino del barrio en la sala de espera con la preocupación de lo que podría sucederme), y realiza las gestiones para verme y lograr que me liberen, ya que no había causa. 

Tanto en el formulario de detención, como en el de liberación jamás fueron llenados los campos de motivo. Es que nunca los hubo

Mientras eso sucedía, y después de tomar posesión de mis elementos, al encender los celulares, recibo llamados y mensajes de adhesión. Especialmente de la Inspección General de Seguridad (Ministerio de Seguridad de Mendoza) para tener mi versión de los hechos. 

Destaco que, ya detenido, se presentó el Comisario de esa misma seccional, y hubo reunión puertas adentro con su personal. De inmediato toda esa cantidad de policías que rodeaban el lugar comienzan a salir de escena. 

Liberación

Tras 8 horas pude abandonar la comisaría, sin saber del porqué de mi detención violenta y arbitraria. El policía involucrado aún después de ese tiempo no terminaba de escribir el informe correspondiente. 

Mientras tanto todo ocurría, mi situación se conocía en vivo en medios mnacionales, lo que ayudó a que la cosa no llegara a mayores. 

Mientras ocurrían los hechos, en 3 oportunidades le consulté de buena manera al oficial si no podía atemperar los ánimos en vez de escalarlos. Siempre se negó, y en la última vez que lo hizo, mirándome a los ojos me dijo que cumplía con su trabajo.

No me quedó otra que responderle que a partir de ese momento comenzaría el mío de defensa. 

Grande fue mi sorpresa cuando me entero inmediatamente de que no solo había sido detenido ilegalmente, sino que el policía actuante agregó una denuncia penal en mi contra. 

Odisea de trámites

A la mañana siguiente me presenté en la Inspección General de Seguridad (IGS), donde fuera recibido por funcionarios jerárquicos, incluyendo el director Marcelo Puertas. 

Reconozco que la atención fue correcta, sumando mi declaración al expediente por ellos mismos iniciados de oficio la misma tarde del suceso. 

Por un lado, seguí con atención el proceso interno en la IGS, aportando testigos, videos aun cuando en mis declaraciones. Dejé expresamente recomendado que encima de donde sucedieron los hechos había un domo policial, ¿qué mejor prueba que esa? 

Aunque el expediente avanzó, no lograron sumar el material fílmico del domo, porque el pedido lo contestaron 2 días después de que estos se borraran. El sistema retiene las grabaciones 30 días, habían pasado 32 días. (Pero si existe en la causa penal, lo relato más adelante)

Aun así, ante las pruebas contundentes, como la falta de justificación de los hechos hacia mi persona, determinaron que el oficial fuera sumariado con sanción de 30 días.

Pero como el oficial se reconoció culpable a fin de morigerar su condena interna, la que terminó siendo de apenas 10 días. 

La causa penal

A la par, me presenté espontáneamente en la Fiscalía de Instrucción 5, que tenía a su cargo la denuncia en mi contra, a fin de estar a derecho. 

Hechas las consultas, se compruebó que en fiscalía si tenían el material fílmico de lo sucedido ese día extraído del domo policial. El pedido lo habían realizado en tiempo y forma. La IGS evidentemente no tomó contacto con la fiscalía. 

Junto a mi letrado, anexamos el escrito del expediente de la IGS donde el oficial se reconocía culpable. Demostrando que la denuncia en mi contra fue al solo fin de tapar su propia impericia. 

Conclusiones

Por un lado, no deja de darme un alivio la resolución de ambos expedientes, el interno policial, y el penal hacia mí, que nunca debieron haber existido.

310 días bajo proceso en el que nunca debería haber estado. 

Dejé pasar esta primera etapa, para no entorpecer en absoluto la tarea de la fiscalía y de la propia IGS, para no seguir escribiendo sobre este tema, no quería aun con la posibilidad de hacerl.

Siempre prioricé no intervenir ni interponerme paralelamente sobre algo que me involucraba ya que no lo considero ético. 

Hoy la justicia me sobreseyó, la IGS sanciona al policía en estos días. 

Interrogantes

Me comentarion al menos una decena de casos similares al mío. Ciudadanos donde no pudieron conocerse públicamente como en mi caso, y con resultados escalofriantes, cosa que nunca debiera suceder. ¿Es una situación naturalizada en la fuerza?

Agradecimientos

Para todos los que de una y otra forma se solidarizaron con mi situación: lectores, el Círculo de Periodistas de Mendoza, FOPEA, Organización Voces del Sur Unidas quienes defienden la labor de los comunicadores en América Latina. Actores del arco político, y muchos colegas que hicieron eco de la situación vivida, a mi amigo y abogado, Dr. Joaquín Faliti, amigos. En especial mi esposa e hijos, quienes bancaron la parada, sufriendo la injusta circunstancia, que no debe repetirse.

Por último, aclaro que nadie me maltrató, excepto el único personal policial individualizado.

Agradezco el trato del personal de la comisaría 36, autoridades, personal de la oficina fiscal, de la IGS. Mención aparte a la fiscalía actuante cuyo titular es el Dr. Tomás Guevara, secretaria Dra. María Eugenia Brotons, y personal dependiente, por su humanidad y compromiso de involucrarse en el tema,

Mea culpa

Mas de una vez critiqué a la Justicia de Mendoza, por la pasividad como se dejan correr hechos corruptos sin tomar parte actuando de oficio. Esto no sucedió en este y otro caso que me involucran, a contar en próxima nota.

Algo está cambiando. 

Gracias 

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