Amenazas en Guaymallén: cuando investigar corrupción se paga caro

Tras exponer irregularidades en la Playa de Secuestros, el periodista Néstor Bethencourt recibió amenazas indirectas. Los nombres que vuelven a sonar: Joaquín Fernández y Carla Pagliaricci.

menazas en Guaymallén: Bethencourt denuncia hostigamiento y silencio oficial

Amenazas en Guaymallén.

1. Un aviso que no fue casual

En Guaymallén, las investigaciones periodísticas no sólo desnudan presuntas irregularidades: a veces provocan reacciones que cruzan la línea del respeto.
Tras una serie de publicaciones sobre la Playa de Secuestro —donde quedaron en evidencia vehículos extraviados, movimientos opacos y maniobras dudosas—, llegaron mensajes que no pueden interpretarse como simples exabruptos: fueron amenazas directas contra quien escribe estas líneas.

Dos nombres se repiten en el centro de la polémica: Joaquín Francisco Fernández y Carla Pagliaricci. Ambos, según reconstrucciones de los hechos y diversos testimonios, habrían proferido expresiones de tono claramente intimidatorio.

2. Las frases que no se olvidan

En los círculos donde circularon las expresiones, Fernández habría dicho sin rodeos que “lo voy a hacer cagar”, en referencia a este periodista y a la continuidad de las notas que revelan irregularidades en la gestión municipal. (Fernandez fue Jefe de Defensa Civil hasta hace unos meses y fue denunciado por abuso de autoridad y trasladado a Playa de Secuestro, en espera de ser jubilado cinciden fuentes). También es padre de un concejal en Guaymallén, el vicepresidente del PD, siempre la familia vinculada al municipio y la política. Muy cercanos a Marcelino Iglesias.
Por su parte, Pagliaricci elevó la apuesta: invocó a su hermano, asegurando que “mi hermano le va a arrancar la cabeza”. Una amenaza personal y simbólica, imposible de ignorar.

Estas frases, repetidas en distintos ámbitos, delinean un patrón claro de hostigamiento. No se trata de enojo momentáneo, sino de un intento por disciplinar a quien investiga.

3. Que la amenaza haya visto la luz aumenta la indignación

Lo más insólito es que, según versiones coincidentes de distintas fuentes, al menos uno de los implicados habría sido quien difundió los comentarios amenazantes para intentar minimizar el impacto o justificar su propia conducta.
El resultado fue el contrario: la indignación se multiplicó.
Advertir, amenazar y luego exhibir la amenaza es un recurso perverso que apunta a enviar un mensaje de poder, no a desmentir nada.

El contexto y las coincidencias dan forma a un cuadro preocupante.

4. No es paranoia: es contexto

Lo que algunos intentan reducir a un “malentendido” o “reacción desafortunada” encaja perfectamente en una secuencia en Guaymallén:
investigar → incomodar → amenazar → intentar silenciar.

Las investigaciones que exponen negocios opacos, sobreprecios y vínculos políticos suelen despertar reflejos defensivos que van más allá de la palabra.
Y cuando el poder local carece de límites institucionales, la intimidación aparece como herramienta rutinaria.

5. Fernández y Pagliaricci: la conexión con la Playa de Secuestros

En informes anteriores de Ecos Mendocinos se documentó la actuación de Pagliaricci en la gestión operativa de la Playa de Secuestros.
Allí se detectaron autos, motos y repuestos que “desaparecieron”, inventarios incompletos y movimientos sin respaldo administrativo.
El esquema que emerge muestra a dos figuras con poder informal sobre bienes públicos, bajo la cobertura de un municipio que no controla, no explica y no sanciona.

Ese contexto convierte cualquier denuncia en una afrenta directa a los intereses que ambos representan.

6. El silencio institucional pesa

Mientras tanto, la Municipalidad de Guaymallén guarda silencio.
El intendente Marcos Calvente no emitió pronunciamiento alguno, y la Justicia provincial aún no interviene con medidas de protección ni pedidos de informes.
En ese vacío institucional, visibilizar las amenazas se vuelve una forma elemental de defensa.
La transparencia es la única garantía de seguridad cuando el poder mira hacia otro lado.

7. Las pruebas están resguardadas

Las pruebas que respaldan las denuncias —en caso de que las amenazas se concreten— se encuentran debidamente resguardadas en una escribanía, con instrucciones precisas de ser presentadas ante el Ministerio Público Fiscal para su evaluación e intervención inmediata.
El mensaje es claro: la verdad no depende de un disco rígido ni de un periodista vivo o muerto, sino de documentos y respaldos bajo custodia legal.

8. El dato duro

  • Fecha de los hechos: segunda semana de octubre de 2025.
  • Personas mencionadas: Joaquín Francisco Fernández y Carla Pagliaricci.
  • Contexto: investigaciones sobre la Playa de Secuestros y presuntos robos o desvíos.
  • Respuesta institucional: sin declaraciones ni medidas públicas a la fecha.

9. Epílogo: no negociaremos la verdad

Las amenazas buscan un efecto: que la verdad se archive.
No lo harán.
Seguiré informando, con responsabilidad y con las precauciones que exige un entorno hostil, pero sin retroceder.
La impunidad se sostiene en el silencio, y este medio —por pequeño que sea— no calla.

Néstor Hugo Bethencourt
Director — Ecos Mendocinos
Mendoza, octubre de 2025


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