Juntos son dinamita.
Foto: Jornada
En los últimos tiempos, luego de atravesar una crisis entre el entonces díscolo intendente Marcos Calvente, con el gobernador Alfredo Cornejo, y Marcelino Iglesias. La unión hace la fuerza.
Calvente no mide gastos, ni a la hora de producirse a través de medios afines abonando millones por mes por videos de solo 30 segundos. Juega a intentar ser protagonista mientras su gestión deja mucho que desear, la corrupción en Guaymallén arrasa.
Con Iglesias, su mentor, la relación cayó abruptamente apenas el antes secretario de obras fuera elegido intendente, cuestiones de poder que le dicen.
Las internas propias dentro del municipio parecían atroces, por un lado, los Iglesistas contra los pocos elegidos por Calvente. Tan pocos que nunca se dio a conocer el organigrama del municipio definitivo. Aplica cual dicho peronista, cuando gritan no es que se están peleando, sino “apareando”.
El manejo de las ultimas gestiones convirtieron al célebre Luis Lobos en una maestra jardinera, comparado con lo actual.
Mucho escribí al respecto, cambié de medio por supuestas presiones de Cornejo. En realidad, hubo una pauta en juego, en moneda contante y sonante, posible cartelería.
El medio “tan independiente” decía apoyar a los compañeros del Diario Los Andes, pero no paga un sueldo, cuando suma millones con pauta oficial. Punto.
La foto que ilustra la nota se tomó hace pocos días, e ilustra que la banda está afinando cada vez mejor.
Solo hubo una puesta en escena y el conjunto permite esquilmar a Guaymallén sin piedad en su administración.
No miden que Luis Lobos sentó un precedente que bien le pudiera caber alguno de los “protagonistas”.
Escandaloso gasto en mercadería para bolsones de alimentos, colchones y zapatillas, que harían sonrojar al populista más rancio. La mayoría de esos productos se estarían vendiendo, sin llegar a quienes lo necesitan. Desarrollo Social, a cargo de Silvia Donati, no puede justificar la entrega y estaría en auditoría mientras Carlos Echevarrieta intenta dibujar lo imposible, dicen.
Gasto en pauta, más de 50 expedientes hay sobre ello, con cifras escalofriantes para el momento económico reinante.
Hay crisis por doquier, pero los funcionarios no podrían justificar gastos y menos su patrimonio
Mientras la provincia transcurre en una profunda crisis judicial, policial, sanitaria y de educación, por los magros salarios que se abonan.
Mientras los empleados públicos pasan miseria mientras la ven pasar…
La soga está por cortarse, indica el humor social.