Una denuncia por corrupción puede terminar en un recorrido absurdo: ir en persona y que no te reciban un escrito, mandar el pedido por mail y que no contesten. El expediente existe, pero la respuesta no. Por Néstor Bethencourt

Cuando la denuncia existe, pero el sistema mira para otro lado
En Mendoza, denunciar corrupción suele convertirse en una prueba de resistencia. No por el hecho en sí, sino por el circuito que viene después. La denuncia se presenta, la causa se abre y, con el paso de los meses, aparece un mecanismo que no necesita grandes conspiraciones: silencio, parálisis y desgaste del denunciante.
Ese desgaste tiene un efecto predecible. La denuncia se vuelve un trámite individual. El Estado se corre. La sociedad observa de lejos. Y cuando nadie se suma, la impunidad se abarata. No hace falta que te digan “no”. Alcanza con que no te contesten.
Este texto no busca dramatizar. Busca dejar un registro público de algo verificable: el modo en que una denuncia puede quedar “en trámite” sin que el trámite tenga vida real.
La causa P-141256/23 y un nombre propio: Susana Muscianisi
La denuncia por corrupción en Guaymallén que motiva esta nota tramita en la Fiscalía de Delitos Económicos. La causa es la P-141256/23 y la fiscal interviniente es la Dra. Susana Muscianisi.
No se trata de un expediente “en el aire”. Tiene número. Tiene fiscal. Tiene tiempo transcurrido (2 años). Y, sin embargo, el ciudadano termina atrapado en una situación que roza lo kafkiano: para pedir copias, primero hay que lograr que alguien responda.
En persona no reciben escritos; por mail no responden
La semana pasada fui personalmente a la fiscalía para presentar escritos simples: pedidos de copias y requerimientos básicos de impulso. La respuesta fue directa: no los reciben en papel. Me indicaron que todo debía presentarse por correo electrónico.
Hasta ahí, podría ser un criterio organizativo. El problema aparece cuando ese canal “oficial” funciona como un embudo sin salida.
El 12 de diciembre de 2025 envié por mail un pedido de copias vinculado a la causa P-141256/23. No hubo respuesta. El 22 de diciembre de 2025 reiteré el pedido. Tampoco hubo respuesta.
En síntesis: en persona no aceptan el pedido, y por mail no contestan. Esa combinación no es un detalle administrativo. Es una forma concreta de bloquear acceso real al expediente.
Una respuesta del MPF que revela el método: “desparalícense”
En otro expediente, el Ministerio Público Fiscal sí respondió. Y, sin proponérselo, dejó una frase que explica mucho sobre el estado de las causas cuando se enfrían.
“Mendoza, 22 de diciembre de 2025.”
“A lo solicitado por el denunciante, sin perjuicio que no es parte en los presentes obrados, no corresponde expedirse…”
“Según el MPF, los expedientes penales son públicos… y pueden ser compulsados por quien acredite interés legítimo…”
“Desparalícense los presentes para su compulsa.”
Por prudencia, omito número, carátula y cualquier dato identificante. En el fuero penal pueden existir restricciones temporales (reserva o secreto) según el estado de la causa. Acá el foco no es el “caso”: es el mecanismo.
La palabra es tan simple como incómoda. Si hay que “desparalizar”, es porque estaba paralizado. Y si estaba paralizado, no había trámite activo: había congelamiento.
El método del cansancio: así se enfría una denuncia sin decir “no”
Muchas denuncias no mueren con una resolución de archivo. Mueren por acumulación de obstáculos pequeños. Se exige que todo sea por mail, pero no se responde. Se dice que los expedientes son públicos, pero se evita brindar información mínima por escrito. Se habilita una compulsa, pero primero hay que “desparalizar” el expediente, como si el movimiento fuera una concesión.
El resultado es siempre el mismo: el costo lo paga quien denuncia. Y el Estado conserva la ventaja de la espera. Con la feria judicial a días de comenzar, el freezer se vuelve una excusa perfecta para estirar todo un mes más.
Si nadie se suma, la impunidad sale barata
Este es el punto que suele quedar fuera de los expedientes y, sin embargo, define el resultado. En muchas denuncias, el denunciante queda solo. El resto mira, comenta, exige. Pocos acompañan, comparten o se suman con un pedido de acceso, una presentación o un reclamo propio.
La corrupción no necesita defensa sofisticada cuando el denunciante se convierte en el único motor del trámite. Si nadie se suma, la impunidad sale barata. Y cuando el sistema descubre que el costo político es cero, el incentivo a mover un expediente también se vuelve cero.
Lo mínimo antes de la feria
No se pide una condena por correo. No se exige una imputación exprés. Se pide lo básico: que el canal oficial de presentación funcione, que se responda un pedido simple, que el expediente tenga movimiento verificable.
La causa P-141256/23 existe. La fiscal Susana Muscianisi existe. Las fechas del pedido de copias existen. Lo que falta es lo esencial: una respuesta.
Datos duros
- Causa: P-141256/23.
- Fiscalía: Delitos Económicos.
- Fiscal interviniente: Dra. Susana Muscianisi.
- Pedido de copias por mail: 12/12/2025.
- Presentación personal: no se recibieron escritos; se indicó presentar solo por correo electrónico.
- Respuesta del MPF en otro expediente, otra fiscalía: (22/12/2025).
- Frase textual destacada: “Desparalícense los presentes para su compulsa.”
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